Tionio es de esas bodegas que despertaron interés discretamente, que fue descubierta por los mejores aficionados gracias al elevadísimo nivel de su trabajo y que empieza a ser imprescindible en las cartas de los mejores restaurantes del país. Se basa en un proyecto vitícola singular, con rendimientos anormalmente bajos, con un nivel de selección salvaje y unos niveles de franqueza, de pureza auto-exigidas difícil de encontrar. Esta casa mantiene y mantendrá su vocación de servir a los aficionados. No se han incrementado los precios por encima del coste de la vida ni siquiera en los últimos años, en los que la demanda supera ampliamente la producción que somos capaces de elaborar al nivel que nos hemos marcado.
Tanto el joven Austum como el crianza Tionio son elaborados en el pueblo de Pesquera, centro neurológico de la zona reconocida internacionalmente para el nacimiento de grandes vinos. La utilización de un clon específico de la universidad Davis y el marco de plantación innovador nos da rendimientos bajos y así nos permite obtener una mayor concentración y estructura. Además, también ofrecemos un Verdejo, nuestro vino de la DO Rueda. La vendimia se realiza de forma manual. La uva es recogida en cajas y transportada de inmediato a la bodega para pasar por una mesa de selección, donde personal especializado, separan los racimos que no reúnen la calidad óptima. Una vez la uva está despalillada y estrujada se realiza una premaceración en frío en depósito, de unos 4 a 6 días con una temperatura de unos 6-8 ºC. Mediante este proceso potenciamos los aromas primarios de la variedad. Tras este período, se inicia la maceración-fermentación alcohólica que su duración varía en función de las añadas, pero no es inferior a 25 días. Finalizada la maceración, un 20 % del producto pasa a barricas y el otro a depósitos, donde realizarán la fermentación maloláctica. Esta fase se lleva a cabo en unos 30 días. Seguidamente el vino es trasegado, y se introduce en barricas (de una antigüedad máxima de dos años) de las cuales un 10% son de roble americano y el resto de roble francés. La crianza en barricas, oscila alrededor de unos 14 meses para Tionio y unos seis meses para Austum. Para finalizar, el vino es sometido a unas ligeras filtraciones para respetar toda su complejidad y se embotella. El vino permanece en bodega el tiempo necesario para su afinado final.
El clima de la D.O. Ribera del Duero es continental, con una pluviometría media de 450 mm anuales y una temperatura anual media de 11,5ºC pero con grandes contrastes térmicos estacionales. La región está dentro la gran meseta septentrional de la Península Ibérica, donde los suelos están formados de sedimentos terciarios de textura areno-limosa o arcillosa alternados con capas de calizas y margas.
En la finca La Asperilla, de 20 hectáreas de Tinta Fina y 2 de Cabernet Sauvingon, se dan grandes variaciones de temperaturas entre el día y la noche (en verano puede variar de 32ºC durante el día a 6ºC la misma noche). Todo esto se transforma en color y aromas extraordinariamente intensos. Generalmente, las viñas capaces de sobrevivir en estas condiciones tan extremas producen vinos de capa alta, profundamente aromáticos y excelentemente estructurados, con una gran concentración, estilo y longevidad. Nuestra finca “La Asperilla”, situada en el municipio de Peñafiel, se encuentra a unos 850 metros de altitud. Está compuesta por 18 has. de la variedad Tinta fina y 2 has. de Cabernet Sauvignon. Es un viñedo plantado en 1994, con una diversidad de suelos, en los que predominan los suelos calizos y gravosos. El sistema de conducción es en espaldera. El marco de plantación, de 2,2 m entre fileras y 1,2 m entre cepas, nos da una elevada densidad de plantación (3.800 cepas/ha) que nos permite regular de forma natural el vigor de las plantas, creando una mayor competencia entre ellas. El viñedo está orientado de este a oeste. Unas de las peculiaridades de esta viña, es el clon utilizado, seleccionado por la Universidad de Davis (California), que se caracteriza por conseguir rendimientos bajos (4.000 kg/ha), un grano de uva pequeño y un adelantamiento de la maduración, obteniendo una elevada concentración de compuestos fenólicos, lo que dará lugar a unos vinos estructurados y con una alta intensidad colorante. Los porta injertos usados son el 110-R, el 41B y el 3309-C dependiendo de las características de las parcelas. Se gestiona la cubierta vegetal del viñedo con la poda en verde y desfoliado para mejorar la calidad de la uva, obteniendo una mejor maduración y, a la vez, incrementar la eficiencia de los tratamientos, hecho que nos permite reducir su número. Se realiza un abonado muy pobre y siempre de origen orgánico con complementos minerales provenientes de piedra. Se efectúa una protección fitosanitaria mínima y respetuosa con el medio. Sólo se aplica productos naturales, azufre, hidróxido de cobre, Bacillus thuringiensis, para controlar las enfermedades y parásitos.